Bienvenidos al XIV Congreso de Antropología

LOGO-VERTICAL

Desde la Asociación Valenciana de Antropología nos es grato acoger el XIV Congreso de Antropología de la FAAEE, bajo el lema: “Antropologías en transformación: sentidos, compromisos y utopías”.

En el proceso de aceleración histórica en el que nos encontramos –con la precipitación de las globalizaciones y las interdependencias, pero también de las amenazas y desafíos a los que se enfrenta la humanidad–, la antropología y el resto de ciencias sociales deberían ocupar un lugar en la arena política donde se deciden los futuros posibles o deseados.

Quizás, este compromiso de la antropología con el mundo contemporáneo no supone tanto un cambio de paradigma teórico como una transformación del lugar donde situar el conocimiento antropológico para decidir las emancipaciones imaginadas. Ahora más que nunca parece haber una continuidad entre los debates epistémicos y metodológicos y los planteamientos políticos.

En un reciente foro de la European Association of Social Anthropology se debatió acerca del camino por el que transitan actualmente las diferentes antropologías europeas. La mayoría de los participantes coincidieron en señalar que las actuales condiciones políticas y económicas en las que discurre ahora el acontecer antropológico plantean nuevos retos y oportunidades a la disciplina; y que la transformación de lugares y gentes, como objetos y sujetos de estudio, está exigiendo cambiar los conceptos y las metas de la práctica etnográfica. También recordaron la necesidad de que los antropólogos y antropólogas estén a la altura de las nuevas obligaciones morales que conllevan estos procesos.

Asimismo, desde el continente americano se ha enfatizado en los últimos años la doble necesidad de cuestionar el lugar de nuestra disciplina en la monopolización del espacio intelectual de la ciencia global y de articularse, al mismo tiempo, con algunas propuestas y utopías de transformación. Con demasiada frecuencia, desde dentro de la propia antropología se la ha valorado como confinada en un ‘cerco disciplinario’ encargado de profundizar en los saberes de las diversas alteridades que, no obstante, han continuado quedando excluidos. Desde una perspectiva descolonizadora, algunos/as colegas se han preguntado si la antropología puede dejar de funcionar dentro de este cerco o corral, para convertirse en canal o puente por el que transiten también las propuestas sociales alternativas, tales como el pensamiento ecológico o la ‘indigenización’ de los no indígenas. Igualmente, aunque de forma más moderada, desde el contexto europeo se ha sugerido que no es necesario rechazar la episteme occidental ni sus prácticas antropológicas para resistir la dominación hegemónica global.

Repetidamente, tanto desde la discusión europea –preocupada por la coexistencia de sus diferentes tradiciones antropológicas nacionales–, como desde aquella que surge en el contexto latinoamericano –acerca del lugar epistemológico y político de las teorías indígenas o de la relación de las periferias con el centro académico mundial– se llega una y otra vez al mismo cuestionamiento: ¿Qué papel pueden jugar los universalismos y particularismos dentro de unas antropologías que aspiran a posicionarse frente a las necesidades actuales del mundo globalizado y en profunda crisis?

El actual contexto de crisis sistémica ha visto surgir, en los últimos años, una multiciplicidad de propuestas y movimientos sociales globales de superación y transformación utópica. Desde el movimiento por la justicia global, el diseño ecológico, el biorregionalismo o la ecología profunda a la Carta de la Tierra, pasando por el ecofeminismo, el ecodesarrollo o la espiritualidad global. Todos incluyen ideas y prácticas que han incorporado, paulatinamente, las diversidades y los sistemas de conocimiento locales y/o alternativos, como ingredientes necesarios para su potenciación como movimientos intrínsecamente universales. El reto de la antropología frente a este fenómeno parece ser contribuir a la desmonopolización del pensamiento social dominante, desvelando las alteridades, pero sin renunciar a un modo universal de inteligibilidad que las haga eficaces.

En línea con estas inquietudes, el XIV Congreso de Antropología de la FAAEE propone una discusión sobre cuáles son las transformaciones que las antropologías pueden o deben experimentar para captar, registrar y comprender el sentido contemporáneo de la alteridad; para caminar junto con el compromiso social al que nos obliga la urgencia del mundo actual; y para situar el lugar que debe o puede ocupar nuestra antropología en el acompañamiento de ese proceso en el contexto europeo y mundial. Las antropologías que se mueven en este mundo son plurales porque recogen la diversidad de tradiciones académicas pero, quizás también, porque permiten expresar estos distintos caminos de transformación.