Presidencia de Honor

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Dr. D. Joan Francesc Mira

 

Joan Francesc Mira (Valencia, 1939) es escritor (novelista, autor  de ensayos y columnista), antropólogo, profesor de griego y traductor (destacando las traducciones al catalán de la Divina Comedia, los Evangelios y la Odisea). Como él mismo reconoce en su web:

“Escribir es mi manera de estar en el mundo. La otra es la responsabilidad cívica”.

Por ello, Mira es también un ciudadano comprometido con una postura política de izquierda y de defensa de su país, cultura y territorio. Así lo manifestó el propio autor:

“La patria es el patrimonio. Aquello que tenemos en común: una historia, una cultura, una lengua, unas ciudades… Todo eso es el patrimonio. A mí me afecta personalmente observar que se destruye el patrimonio, la continuidad histórica, el territorio, la costa, la montaña…”.

 

Solo así se comprende que Mira haya trabajado por el País Valenciano, durante más de medio siglo, con constancia, coherencia, intensidad y responsabilidad. Su implicación cívica y política en la sociedad valenciana es por todos y todas conocida y le ha llevado a presidir Acció Cultural del País Valencià (1992-1999 y  a partir de 2015), a crear e impulsar la plataforma cívica Valencians pel Canvi o a ser candidato al Congreso de los Diputados por el Bloc Nacionalista Valencià, partido en el que milita, ahora integrado en Compromís.

Dada la relevancia capital que tiene para l´Associació Valenciana d´Antropologia y para la antropología española en su conjunto la faceta de Mira como antropólogo, comenzaremos haciendo una breve reseña sobre su figura en este ámbito disciplinario. En este sentido, Josepa Cucó no duda en afirmar que “Joan Francesc Mira ha sido el primer antropólogo en el País Valenciano: el primero en investigar antropológicamente el país, y el primer valenciano que ha ejercido y ha sido reconocido como antropólogo”. Hacia finales de los años sesenta del siglo pasado, comenzó el interés de Mira por la antropología. Fue entonces cuando inició su formación en Oxford, donde el professor John Beattie le puso en contacto con Carmelo Lisón Tolosana, que acababa de doctorarse y era profesor en Madrid. El tema central en torno al que Mira articuló sus investigaciones fue el proceso de cambio de la sociedad rural valenciana, desarrollando sus primeros trabajos de campo en las localidades de la Tinença de Benifassà y del interior de la Plana de Castelló. Esta investigación dio como resultado su tesis doctoral, el libro Un estudi d’antropologia social al País Valencià: Vallalta i Miralcamp (1974) y un destacado número de artículos, recogidos más tarde en Els valencians i la terra (1978) y Vivir y hacer historia (1980). La década de 1970 supuso para Mira el contacto directo con la etnología francesa. Así, Mira colaboró con Isac Chiva y Henri Mendras en una investigación internacional, patrocinada por la UNESCO, sobre el futuro de las comunidades rurales en Europa; y con Claude Lévi-Strauss en un proyecto sobre las estructuras de la familia tradicional europea, el primero en que participaron investigadores de paises del este y del oeste.

El 1978, después de participar activamente en diversos encuentros organizados por C. Lisón, Mira se marchó a la universidad de Princeton, en los Estados Unidos, como visiting fellow, donde codirigió con James W. Fernandez el seminario sobre antropología del Mediterráneo. Princeton supuso el salto  definitivo para darse a conocer en el ámbito de la antropología nacional e internacional. A pesar de su proyección antropológica, al regresar continuó simultaneando la actividad investigadora con su cátedra de Griego en el Instituto Ribalta de Castellón, y  pocos años después se incorporó a la recién creada Universitat Jaume I.

El retorno de Princeton, como señala Josepa Cucó, marcó el inicio de una segunda etapa de madurez intelectual sellada por un compromiso abierto hacia la actividad pública: “La llegada de los socialistas al poder, a la Diputació Provincial y a la Generalitat Valenciana, abre una brecha por donde se filtran las iniciativas de Mira. Participa en la creación de la Institució Valenciana d’Estudis i Investigació (IVEI), entidad de la que será conseller hasta la desaparición de la misma en 1994, a manos del PP; crea y dirige el  Institut de Sociologia i Antropologia Social de esta misma entidad; coordina diferentes proyectos de investigación que cristalizarán, entre otros, en los cuatro volúmenes de la serie Temes d’etnografia valenciana publicados por la Institució Alfons el Magnànim, y es fundador y primer director del Museu d’Etnologia de València (…). El objectivo es recoger, conservar y difundir la cultura material valenciana. Con un presupuesto escasísimo, Mira y su equipo conseguirán además un milagro: comprar más de 3.000 piezas, restaurarlas, catalogarlas, almacenarlas y acondicionar las cuatro primeras salas del Museu d’Etnologia”.

Mira dirigió este museo hasta 1984, cuando lo dejó, incómodo por el desinterés de los dirigentes políticos, y poco después dejó también la dirección del Institut de Sociologia i Antropologia Social de l’IVEI. A partir de ese momento, reorientó su actividad intelectual sobre todo hacia la producción literaria, a través de la novela y el ensayo. Aunque Mira afirma que este fue el punto final de su carrera como antropólogo, coincidimos con Cucó cuando ésta afirma que “como ensayista, novelista o conferenciante, Joan F. Mira continúa haciendo antropología. Su mirada, la manera cómo observa y describe la realidad, cómo reflexiona o fabula, traspasa la antropología por todas partes. Leed si no su Crítica de la nació pura, o Sobre la nació dels valencians, o sus artículos de prensa”. De hecho, muchos de los más de 3.000 artículos de opinión publicados por Mira en la prensa escrita dan igualmente idea de sus conocimientos antropológicos y de su compromiso con su país y sociedad.

Por lo que respecta a su trayectoria narrativa, la primera obra publicada por Mira fue la novela El bou de foc (1974); novela que, junto con Assaig d’aproximació a Falles Folles Fetes Foc, de Amadeu Fabregat, ha sido reconocida por los académicos como un referente fundacional del resurgimiento de la novelística en el País Valenciano tras la guerra civil. A esta novela seguirán, por orden cronológico, Els cucs de seda (1975); El desig dels dies (1981); Els treballs perduts (1989), considerada por la crítica como una de las novelas en catalán más importantes desde la Guerra Civil; Borja Papa (1996); Quatre qüestions d´amor (1998); Viatge al final del fred (1998); Purgatori (2003); El professor d´història (2008) y El tramvia groc (2013). En palabras del crítico Joan Josep Isern, “los rasgos principales de muchos de sus libros son el realismo, la recuperación de la memoria (los ambientes de la postguerra, las tradiciones y las constumbres, el mundo rural…) y un fuerte componente autobiográfico que a menudo trasciende la anécdota personal para convertirse en crónica generacional”.

Por otra parte, Mira proyecta en sus ensayos sus propias reflexiones ideológicas o políticas. En ellos, como ha referido Jordi Sebastià, trata “temas como el nacionalismo, la relación entre la cultura y el poder, la creación y la evolución de las identidades y de los símbolos que las conforman, la importancia de las lenguas para crear ‘consciencia colectiva’, y la posibilidad de manipular todos estos elementos en beneficio de intereses muy concretos (…) El eje genérico de estas reflexiones es la complicada cuestión de la identidad y todas las consecuencias que se derivan de ella, especialmente su uso político”. Los títulos de todos estos ensayos son, en este sentido, muy representativos:  Un estudi d’antropologia social al País Valencià (1974); Els valencians i la terra (1978); Vivir y hacer historia: estudios desde la antropología social (1980);  Població i llengua al País Valencià (1981); Crítica de la nació pura (1984); Cultures, llengües, nacions (1990);   Hèrcules i l’antropòleg (1994); Sobre la nació dels valencians (1997); Sobre ídols i tribus (1999); Els Borja. Família i mite (2000); Literatura, món, literatures i altres discursos sobre parlar i escriure (2005); Almansa 1707. Després de la batalla (2006) y En un món fet de nacions (i altres textos i papers) (2008). Al inicio del nuevo siglo, Mira añade a su trayectoria infatigable los trabajos de traducción de grandes obras clásicas, entre los que destacan La Divina Comedia (2001), los Evangelios (2004) y la Odisea (2011).

No podemos terminar esta breve reseña sin mencionar que la trayectoria académica de Mira resulta sorprendente por su extensión y resonancia, como demuestran los reconocimientos conseguidos a lo largo de estos años. Entre los más representativos cabe señalar el Premi Andròmina de narrativa (por Els cucs de seda, en 1974), el Premi Joan Fuster de ensayo (por Crítica de la nació pura, en 1984), la Lletra d’Or al mejor libro del año (Crítica de la nació pura, en 1985), el Premi Crexells-Ateneu de Barcelona (por Borja Papa, en 1995), el Premio Nacional de Traducción (por la Divina Comèdia, en 2001), la Medalla de Oro de la Ciudad de Florencia (2001), el Premi Sant Jordi de Narrativa (por Purgatori, en 2002), el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes (2004), dos veces Premio Nacional de la Crítica (por Borja Papa y Purgatori, en 1996 y 2004, respectivamente), dos veces Premi de la Crítica Serra d’Or o la Creu de Sant Jordi (2004), el Lauro Dantesco de la ciudad de Ravenna (2011), la Medalla de la Universitat de València (2016) o el Premi Nacional de Cultura de la Generalitat de Catalunya (2017).

Desde l’Associació Valenciana d’Antropologia también quisimos rendirle homenaje y bautizar con su nombre a los premios de investigación que convoca nuestra asociación con periodicidad anual.

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